¿DONDE ESTÁ LA ESCUELA NUEVA?
Quisiera hacer un breve recorrido sobre la escuela nueva y la escuela tradicional, ya que me sorprende que en muchos centros educativos se siga con la metodología de la escuela tradicional.
Escuela nueva: movimiento de renovación pedagógica
en contraposición, a la que se ha denominado escuela tradicional. Movimiento
que parte del convencimiento de la necesidad de transformar la escuela. Se
sitúa cronológicamente a finales del siglo XIX y principios del XX.
Escuela tradicional: “Magistrocentrismo”
el maestro/a es responsable de la
gestión colectiva y del trabajo escolar; elige, organiza y distribuye, a lo
largo del curso, los conocimientos que han de ser aprendidos. El maestro/a es
además un guía a quien se debe imitar y obedecer. La disciplina es un elemento
básico en la concepción tradicional de la educación. El maestro/a enseña
unidireccionalmente, impone el contenido, el ritmo y la secuencia de
transmisión de conocimientos. El tiempo está fuertemente delimitado y los
horarios son inflexibles. El niño y la niña tienen un papel pasivo en el aula,
son solo receptores de conocimiento.
J.J.Rousseau fue el primero en sistematizar, en
su obra “Emilio”, una teoría pedagógica
cuyos elementos fundamentales constituyen la crítica más seria y profunda a la
escuela tradicional. Su teoría educativa vino a cambiar el pensamiento sobre
educación en Occidente. Aunque Rousseau realiza consideraciones diferentes en
lo que respecta a la educación de la mujer, en este texto de hoy he decidido pasar por alto sus diferencias ya que en lo que me quiero centrar es en la escuela nueva, así que he homogeneizando sus palabras y escritos, tanto para niños como para niñas.
La educación es un proceso continuo que abarca todas las
etapas de la vida. Además remarca que la infancia tiene sus características
propias que la diferencian de la edad adulta, a cada edad corresponde un tipo
propio de educación. Según Rousseau uno de los errores de la educación es
desconocer la naturaleza del niño y la niña. Rousseau defiende una relación
activa entre el educando y su medio basada en la curiosidad del niño y la niña
hacia el conocimiento por la investigación.
Los conocimientos deberían originarse de las sensaciones que
provienen de las cosas que les rodea.
La observación y la experimentación, serán pues, la base de la educación.
La observación y la experimentación, serán pues, la base de la educación.
La tarea del educador/a se realiza, sobre todo, mediante la
preparación de situaciones concretas de valor educativo. Se debe poner al
alumnado en situaciones educativas previamente preparadas de manera que
despierten la curiosidad para que surjan preguntas y se dé el diálogo
educativo.
La teoría de Rousseau propone que la educación ha de
centrarse más en el niño y la niña que en la persona adulta y esta supone un
cambio radical en el proceso educativo. El educando se transforma en el eje y en el
centro de todo quehacer educativo iniciando, de esta manera la corriente paidocéntrica. Una educación que no se base en el interés está condenada al fracaso. En
cambio todo aquello que surja de la curiosidad será la base de una verdadera
educación. No se le puede enseñar al niño y a la niña unos valores sobre los
cuales no tiene curiosidad y que, por otra parte, no entiende.
Rousseau da importancia a la educación por las cosas más que por las palabras, da
importancia al conocimiento a través de las sensaciones utilizando métodos
activos e intuitivos.
Las investigaciones que dieron lugar a nuevas visiones sobre
la infancia y sus modos de aprender se propagaron a través de publicaciones, de
asociaciones profesionales y reuniones nacionales e internacionales. Para
coordinar esta labor se creó en 1899, la Oficina Internacional de las Escuelas
Nuevas, dirigida por A. Ferriére (1879-1960), que tuvo su sede en Ginebra.
LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA ESCUELA NUEVA SON:
-
Una escuela centrada en los intereses de niñas y niños.
-
Una escuela activa: la idea de actividad es muy importante, supone una nueva concepción del
aprendizaje, ya que este se realiza por la observación, investigando,
trabajando, construyendo, pensando y resolviendo situaciones problemáticas. La práctica antecede a la teoría, de
ahí que hay que colocar al alumnado en situaciones de experiencia, de hechos
concretos, no de ideas abstractas. Pero la actividad está estrechamente
vinculada al principio de libertad; las búsquedas, las investigaciones, que
impulsan la nueva concepción del aprendizaje, deben realizarse en libertad,
predominando la espontaneidad y la autonomía.
-
Cambio en la relación profesorado-alumnado: La maestra/o no tiene que dar lecciones
colectivas ni hacer recitar lecciones, sino que se debe transformar en un/a
guía, que habiendo descubierto los intereses y necesidades de niñas y niños,
muestra las posibilidades por las que se puede llegar al conocimiento.
-
Escuela vitalista: La idea de vitalidad íntimamente ligada con la idea de actividad por
que la vida es ante todo acción. La escuela no debe ser una preparación para la
vida sino la vida misma. En consecuencia es necesario para muchas educadoras/es
salir de la escuela y ponerse en contacto con la vida y la naturaleza para
encontrar los nuevos contenidos.
-
Escuela centrada en la comunidad: Fomentando la cooperación entre el alumnado, proponiendo
trabajos en grupo, de manera que la relación unilateral profesorado-alumnado se
sustituye por una nueva dinámica que se establece entre el propio grupo de
alumnas/os, fomentando la solidaridad y la cooperación. Se trata de no
desarrollar a la persona en actividades aisladas, sino mediante trabajos en
común con los demás y al servicio de las otras personas.
Estos apuntes anteriores simplemente son para recordarme un
poco la evolución de la pedagogía en la escuela, ya que no puedo más que
sorprenderme que la escuela nueva, la escuela activa,no sea el tipo de escuela general, hablamos de siglo y pico hacia atrás en el tiempo y sin embargo
creo más que nunca en la necesidad de esta renovación pedagógica y esa
renovación de la escuela.
Por eso quiero hablar del CAMBIO:
Definiré cambio como modificación de algo; Modificar la
dirección que lleva una estructura o proceso. Teniendo en cuenta que todo lo
que nos rodea está en constante proceso de transformación.
La educación como intervención y acción social deben
pretender producir cambios con una intencionalidad que es mejorar el bien estar
y la calidad de vida de nuestro alumnado. Sabemos que hay múltiples factores
que nos dificultan que estos cambios se den con mayor o menor rapidez,
sabemos que hay que superar distintos
niveles de intervención, sabemos que hay una resistencia al cambio, pero no por
ello podemos dejar de intentarlo, echo la vista atrás y hace un siglo y pico empezó
con fuerza la escuela activa, me hace reflexionar que es lo que hace tan
difícil que la escuela cambie.
He vivido de cerca la
institucionalización de personas privadas de libertad, creí que este término se
ajustaba muy bien para entender qué es lo que pasa con la escuela, en cierto sentido la escuela me parece que se asemeja bastante a pequeños centros
penitenciarios, ya que están altamente rodeados de vallas, no se pude salir de
ellos salvo que se tenga permiso explicito, te toca convivir con quien te toca
y has de cumplir un horario estricto y a raja tabla que el niño o la niña no
elige, incluso solo puedes hablar o ir al baño si te dan permiso.
Pero lo que más me asusta es “la institucionalización del profesorado”,
voy a poner un ejemplo:
Llegas nueva a un colegio donde por
común acuerdo se establece que niños y niñas han de entrar en la escuela en
“fila de a uno”, tú estás completamente en contra de ese método, pero te ves
obligada por el régimen interno del centro y además a tu alrededor es un hecho normalizado, luchas y luchas
frente a eso y frente a muchas otras cosas pero al final después de diez años
te encuentras a ti misma gritando a niñas y niños “en fila de a uno”.
Quiero decir esto porque tenemos que tener
bien arraigadas nuestras convicciones, para que la fuerza de la institución no
pueda con ellas. Me da miedo que la soledad, la incomprensión más la fuerza de la institución nos vuelva como ella quiera, ya que el ser humano tiene una
capacidad de adaptación sorprendente, me da miedo adaptarme a aquello que no
quiero, ni creo.
También me pregunto
¿Por qué no hay más fusión entre la educación social y el magisterio? ¿Por
qué se sigue dando en la universidad el concepto de la escuela activa de forma
pasiva? ¿Por qué no se favorece más el aprendizaje entre iguales? ¿Por qué el
juego está tan denostado?, ¿Por qué la escuela no es más lúdica y más
vivencial? ¿Por qué no se utilizan más herramientas de educación popular en la
escuela? ¿Por qué la escuela no sale más
a su entorno más próximo? ¿Por que no cocinamos en la escuela? ¿ni hacemos carpintería? ¿Por qué no hay más danza, más teatro, más música?
¿Por qué los maestros y las maestras no juegan y cantan? ¿Por qué se desecha lo
lúdico, la libertad y la fantasía? ¿Por qué no se utilizan metodologías más
participativas? ¿Por qué al pasar a primaria desaparece la asamblea? ¿Por qué
quitan la arena de los patios? ¿Por qué cuando pasas a primaria te dicen que ya eres mayor y no puedes jugar a
disfrazarte en clase? "ya eres mayor, ya eres mayor, ya eres mayor..................."
Hace no mucho escuche a una persona que decía que los
claustros del profesorado tenían que estar llenos de personas que tocasen
instrumentos, hiciesen teatro, cantasen, bailasen o al menos tuviesen una
afición que les alimentase su parte más lúdica y creativa, y la verdad es que
cada vez lo veo más necesario.
Además dejo por escrito las siguientes palabras que me
gustaría gritar:
Que nunca olvidemos que aquello que vivimos y experimentamos dura y
perdura mucho más en el tiempo que aquello que memorizamos, que no me olvide
que el proceso de enseñanza aprendizaje es activo, vivencial y dinámico, que no
se me olvide escuchar a niñas y niños con todos los sentidos de mi cuerpo, que me dé cuenta de
la riqueza de favorecer el diálogo, que sea capaz de visualizar la monotonía
para poder huir de ella, que favorezca el aprendizaje entre iguales, cooperando
y no compitiendo, que no me olvide de la riqueza de compartir las ideas, que no me olvide del juego, de la fantasía y de la
libertad, que disfrute cada día de mi trabajo como si fuera la mejor actuación
de mi vida. Y algo que últimamente no quiero que se me vaya es el concepto de
“una escuela más lenta” no tener miedo a dedicar el tiempo necesario a
cualquier actividad, conversación o resolución de conflictos.
Con todo cariño PÍCCOLA
Una estupenda entrada. Me ha encantado.
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