viernes, 29 de noviembre de 2013

LA INDÓMITA SALVAJE

Adaptación de un cuento

·Vamos a comenzar jugando con la estructura que propone Rodari e intentar reducir el cuento a la pura trama de su anécdota y de sus relaciones internas:
Rosalinda, hija de un rey, siendo pequeña queda huérfana. Su madre antes de morir le deja dos objetos para que la protejan.
 Pasado un tiempo su padre se casa y la madrasta, por celos, se deshace de Rosalinda, manda a  un soldado  matarla, pero este, en vez de matarla, la abandona. Rosalinda se refugia en la cueva de unos bandoleros que la cuidan. El pequeño de los bandoleros se enamora de ella. Un día, en una escaramuza, caen cuatro de los siete bandoleros presos. Ella decide ir a la  corte a salvarlos, se presenta ante el rey y le dice que es su hija, y  que la madrastra intento matarla. Para comprobar su identidad, enseña a su padre los dos objetos que le dejó su madre. El rey contento de ver a su hija, castiga a la madrastra y Rosalinda y el bandido se casan.
·Intentar obtener la trama abstracta:
“A “hija de “B” queda huérfana,  “B” se casa con “C” y “C” por celos intenta deshacerse de “A”, pero “A” finalmente es abandonada en un sitio, y “A” es acogida por “Ds”.”A” se enamora de uno de los “D”.  Algunos “Ds” son capturados en las posesiones de “B”. “A” va a rescatarlos y pide a “B” que les suelte, que es su hija. Finalmente “B” castiga a “C”, libera a “Ds” y “A” y el “D” enamorado se casan.
·La introducción de esta doble clave obligatoria de tiempo y lugar en nuestro caso, se da hoy en día entre Colombia y Madrid.
·Antes de pasar de la expresión abstracta a una nueva reinterpretación del cuento me gustaría recalcar varios aspectos:
-          Justificación de la reinterpretación del cuento para sexto de primaria:
El cuento va dirigido a los niños y niñas de último ciclo de primaria y en concreto último curso 6º, con esta edad su proceso de socialización es fundamental para su buen desarrollo. La escuela, la familia, los medios de comunicación y sobre todo los grupos de iguales en esta etapa cobran gran importancia. La buena relación entre iguales es fundamental para el desarrollo a todos los niveles.
El no ser admitido o admitida en tu grupo socio-escolar, o ser discriminado o discriminada por algún aspecto, puede perjudicar el desarrollo personal del niño o de la niña en su última etapa de primaria. Están justo a las puertas de la adolescencia y en esta etapa comienzan a activarse las hormonas sexuales, con todos los cambios que ello conlleva. La relación afectiva es de suma importancia y a través de cuentos y de la literatura la maestra puede favorecer el dialogo y la reflexión en el aula y trabajar los prejuicios que tenemos.
-         Aspectos que se han mantenido.
He intentado mantener el esqueleto del cuento
El personaje principal vive en su núcleo familiar y por causas ajenas a su voluntad lo tiene que abandonar, hay una persona causante de su marcha hacia un lugar desconocido, hoy dos objetos protectores y 7 personajes secundarios.
He mantenido el sexo de la protagonista porque es una chica valiente. También mantengo objetos que confirmarán su identidad. Alguien que por celos obliga a la protagonista a marchar. Una causa que obligue al retorno familiar, la resolución del conflicto y el final feliz.
-         Aspectos que han cambiado.
He cambiado de lugar, de tiempo, de sexo a algunos personajes, los objetos simbólicos.
Ahora a la expresión abstracta intentaré darle una nueva interpretación:

LA SALVAJE INDÓMITA


Había una vez en la sierra de Colombia un matrimonio que tenía un hijo que se llamaba Humberto y una hija que se llamaba Valentina. La familia poseía grandes extensiones de café, vivían bien y cómodamente en una gran hacienda en mitad de las montañas. Humberto y Valentina tenían todo aquello que necesitaban y muchas veces todo aquello que deseaban.
Humberto era el primogénito y según la tradición, el heredero de las tierras. Era un chico flaco y presumido que le gustaba pasar el tiempo holgazaneando o merodeando a las mozas.
Valentina es una chica sin miedo, tirada para adelante, no le importaba lo que podían decir los demás de ella, lo que más le gustaba era montar su caballo a pelo por los cafetales, tirarse al río y nadar contracorriente, también le gustaba hablar con las gentes sobre la tierra y sobre sus vidas, en definitiva, sentirse libre.
Cuando Valentina llegó a la adolescencia, su padre cayó enfermo. Un día, estando reunido con su mejor amigo, le confesó que le quedaba poco tiempo de vida, y aunque a Humberto pertenecía, por ser el primogénito y por tradición, quedarse con todo y aunque sabía que debía casar a Valentina, sentía que eso no era justo. Además, los tiempos estaban cambiando y mucho, así que pensó que su hijo Humberto podría hacerse cargo de la hacienda y su hija Valentina, que tenía el suficiente coraje, podría llevar adelante las tierras. Durante esa conversación, Humberto que pasaba cerca se quedó tras una puerta a escuchar a escondidas. Al oír lo hablado, en vez de dialogar y hablar con su padre, le entró un ataque de ira, ya que él se creía en pleno derecho por ser macho y primogénito a quedarse con todo.  Los celos se  fueron expandiendo por todas las células de su cuerpo, y además su hermana siempre le pareció una rara que se pasaba el día en el campo, cuando normalmente a su edad las jóvenes comenzaban a buscar un compromiso de boda.
 El padre de Valentina estando en el lecho de muerte le dio a su hija dos objetos que la ayudarían y protegerían. Uno era un collar con un águila azteca todo de oro, el otro era su anillo de bodas que a su vez fue de su abuelo, que a su vez fue de su tatarabuelo. A los pocos días el padre murió. La madre se sumió en una profunda depresión y Humberto aprovechó para urdir una gran artimaña que fue cosiendo poco a poco. Durante los meses siguientes iba metiendo cuñas familiares sobre Valentina: que si debería buscar un muchacho, que hacía siempre lo que le daba la gana, que estaba medio asalvajada... Valentina se defendía diciendo que los chicos no le producían el menor interés y que ella estaba bien con su vida en las tierras.

Humberto habló con su madre y la convenció que lo mejor era que su hermana se fuera una temporada a España a ver si veía un poco de mundo y cambiaba.
 A los pocos días Valentina junto a una “Doña” (persona al servicio de la hacienda de Humberto) ya estaba en España.
Para Valentina era todo tan nuevo, tan diferente a su tierra, a sus campos, que se dio cuenta de que tenía miedo, aquello era demasiado distinto a su vida y ella no sabía cómo moverse por una gran ciudad donde todo le parecía hostil.
Humberto lo tenía todo planeado, el plan consistía en llevarla un día al campo y despeñarla.
 Por fin llegó el día, la Doña se llevó a Valentina a la Pedriza y cuando estaban en lo alto de un risco, la Doña empujó a Valentina.
Valentina no llegó a caer del todo, se quedó colgando de los dos brazos y,  con los ojos incrédulos, antes de caer, le preguntó:
-¿Por qué?
 Y la doña contesto:
-Por dinero. Y que sepas, que tu hermano fue el que me pagó ¡¡¡Jajajaja!!! Valentina sentía que sus manos se resbalaban, pero la
 doña se puso nerviosa porque veía que no terminaba de caer, se asomó, se agachó y se inclinó para pisarla las manos y en ese momento una ráfaga de aire la empujó fuertemente y se despeñó.
Valentina, mientras esto sucedía, logró apoyar su pie en un minúsculo saliente, lo que la ayudó a recuperar sus fuerzas y poco a poco pudo subir. Estaba completamente aturdida, no entendía nada pero tomó la decisión de que no se iba a venir abajo. Aunque ella fuera una mujer de campo, en semejantes montañas y cayendo la noche, empezó a sentirse asustada.  Estaba perdida, no conocía a nadie ni sabía dónde ir.  Se apoyó en unas rocas y las lágrimas empezaron a correr por su rostro. Mientras estaba sumida en un pequeño pero angustioso llanto, escuchó unas voces que se acercaban. Intentó recomponerse pero no le dio tiempo y ante ella, estaba ya una pandilla de chicas mirándola fijamente. Le preguntaron que qué le pasaba. Valentina no se atrevió a contar su verdadera historia y dijo que era de Colombia que se había escapado de una mafia y que no tenía a donde ir, no tenía nada y no conocía la ciudad. La pandilla de chicas dijeron que no se preocupase, que se fuera con ellas.
Montaron a Valentina en la furgo y volvieron a Madrid, las siete chicas eran en realidad siete raperas que vivían juntas en la casa okupa “El Karacol”. A  los pocos días, cuando Valentina ya estaba un poco recuperada e iba cogiendo confianza, las siete chicas le explicaron como organizaban el trabajo de la “Kasa Karacol” y que ella eligiese el lugar donde se sintiera más cómoda. Ella no sabía muy bien qué hacer, finalmente, les dijo que sabía mucho de campo, de la tierra y de las plantaciones.  Las chicas se pusieron muy contentas, justo lo que les faltaba en la kasa Karacol ¡un huerto urbano! Al día siguiente, se pusieron manos a la obra. De las siete raperas, Violeta decidió ayudar a Valentina para poner en marcha el huerto. Por el día trabajaban en la tierra y por la noche rapeaban versos  en algún garito o local de ensayo. Valentina y Violeta empezaron a pasar mucho tiempo juntas ya que se sentían muy bien la una con la otra. Una noche después del concierto se fueron a ver el huerto y sentadas bajo la luz de la luna  se miraron y se dieron cuenta que estaban locamente enamoradas la una de la otra.  A los pocos días, una de las raperas comunicó al grupo que iban a cruzar el charco, las habían contratado en Ecuador para actuar en un festival de mujeres raperas. Llenas de alegría e ilusión, las siete raperas y Valentina cogieron un avión directo a Quito. Pasaron unos días de ensueño, y antes de volver a España se tomaron unos días de descanso para ir a  los Andes a ver en vivo y en directo un volcán en activo, de camino al volcán el autobús donde iban subidas se despeñó. Una de las raperas quedó gravemente herida y los médicos dijeron que por falta de recursos no sabían si la podrían salvar. Valentina tomó la decisión de que era hora de volver a su casa y pedir ayuda, así que emprendió viaje junto a Violeta. Cuando llegó a su casa,encontró a su madre que no la reconoció.  Vio a dos verdaderas extrañas y pegó un grito tremendo. Humberto apareció con un palo dispuesto a apalearlas, justo cuando Humberto levantó el palo, Valentina gritó:
-  ¿Madre, no me reconoces?
 Valentina mientras esquivaba el palazo de Humberto sacó el anillo, se lo lanzó a Violeta y le dijo:
-enséñaselo a mi madre para que vea que soy yo.
 La madre, cuando vio el anillo, le cambió la cara y dijo:
-¡Para, Humberto! y deja que esta chica hable.
 Valentina sacó de su cuello el collar con el águila azteca y dijo
-madre soy yo y éste, que es tu hijo, intentó matarme.
 La madre enfurecida echó a su hijo de casa. Cuando se quedaron más tranquilas, Valentina pudo narrar su historia a su madre, le pidió ayuda para salvar a su amiga la rapera y le confesó su amor hacia Violeta , la madre que ya la había dado por perdida una vez, le dijo:
 -tienes todo el derecho a ser feliz y no te quiero volver a perder, hija mía.  Vamos a ayudar a tu amiga.”
y, colrin colrado espero que el cuento os haya gustado.


WEBGRAFÍA
El desarrollo emocional en la educación primaria 6-12 años
Desarrollo psicoevolutivo en la educación primaria 6-12 años
Desarrollo de la sexualidad
Artículo sobre la homofobia en la escuela
Articulo y video “la escuela es uno de los lugares donde hay más homofobia”
Peliculas: “Circumstance” “Show me love”





1 comentario:

  1. Perfecto. Un trabajo excelente de relación, análisis y de comprensión de lo que se solicitaba en la actividad... que no es otra cosa que una de las actividades que deberás (o al menos deberías) realizar cuando seas maestra. ¡Enhorabuena!

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